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Descubriendo el nuevo mundo

Para no parar de crecer

La Televisión Digital Terrestre dejará en el olvido la Televisión analógica, como ya hiciera el color con el cine en blanco y negro.

Hace un mes escaso los editoriales de los diarios de referencia se posicionaban ante el llamado 'apagón analógico' adelantado dos años por el Gobierno, tras la aprobación de un Proyecto de Ley en el que se especifica que las cadenas de televisión deben realizar sus emisiones en digital ya en el año 2010. Entonces muchos nos agarramos el bolsillo pensando: “un gasto innecesario más, yo ya veo bien la televisión”.

Pero, ¿qué ofrece la Televisión Digital Terrestre? El cambio más patente es que se va a ampliar la oferta de canales, así que cada ciudadano podrá recibir 22 canales –cuatro autonómicos, cuatro locales y catorce estatales-; lo más interesante es que esta televisión es completamente gratis a diferencia de la digital por satélite. Asimismo mejora la calidad de la imagen y el sonido, cesan las interferencias, etc. Pero las ventajas van más allá porque la televisión será capaz de crecer igual que lo hace un ordenador. El usuario puede elegir la programación e interactuar almacenando fotografías y vídeos que puede grabar sin necesidad de cintas, pausando la televisión en directo, viendo dos canales al mismo tiempo e incluso revisando su correo electrónico y sus cotizaciones de bolsa. Y esto acompañado de una imagen y un sonido de cine, con una resolución mayor que incrementa el realismo.

Hasta ahora todo parece agradar, pero el usuario no parar de meditar: "¿hay que cambiar la antigua televisión? ¿Cuánto va a suponer para mi bolsillo?". En principio no habría que cambiar el televisor, sólo comprar un descodificador que permita la recepción, cuyo precio ronda los 100 euros. Esto sería suficiente para las viviendas unifamiliares cuyas antenas hayan sido instaladas antes de 1990, las anteriores sí tendrían que adaptarse. Si la antena es comunitaria, además del descodificador hay que colocar en la antena un amplificador para cada edificio, su precio está entre los 50 y 60 euros.

La modificación de las antenas es un mínimo inconveniente ante las múltiples posibilidades de interacción que muestra la TDT. Todo parece indicar que se impondrá en el tiempo estipulado, algo que no debe sorprender porque hay que recordar que su implantación forma parte de un proceso que se inició hacia 1998. En este año se aprobó un Real Decreto por el que se decía sí al Plan Tecnológico Nacional de la TDT. En 2002 Net TV y Veo TV obtuvieron las licencias de emisión, una emisión real pero invisible para la mayoría porque no hay una oferta amplia de receptores preparados para recibir la señal. Este es el mismo motivo que hace que La Primera, La 2, Antena 3, Telecinco y Canal+ -que emiten en digital desde abril de 2002- ofrezcan los mismos contenidos que en la televisión analógica. No hay una demanda fuerte. La habrá cuando la oferta se adapte y la ley lo imponga con el apagón de la televisión tradicional. Los empresarios lo piden a gritos, sólo hay que escuchar la opinión de Paolo Vasile y Maurizio Carlotti, consejeros delegados de Telecinco y Antena 3, respectivamente: “Estamos preparados para avanzar en el proyecto digital y esperamos un paso adelante por parte de la Administración (…) Si se hace una apuesta de todos los que estamos en el mercado, los que quieren entrar y la Administración, en dos o tres años la televisión digital podría estar implantada en la mitad de los hogares”.

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