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Descubriendo el nuevo mundo

Televisión por cable a golpe de taladro

Esta tecnología se ha encontrado con múltiples inconvenientes en nuestro país. Hoy sigue sobreviviendo a duras, quizás no se han cumplido las expectativas de las empresas que apostaron por ella como una tecnología fuerte, pues tiene en su instalación su peor enemigo. Veamos sus debilidades.

Aún recuerdo hará un par de años el angustioso mes de exámenes en el hastío de junio que me hicieron pasar los operarios de Supercable. Mientras sufría los golpes de las taladradoras desde las ocho de la mañana hasta bien entrada la tarde, mi padre se ilusionaba pensando: “¿cuándo le tocará a mi acera? Sí, al fin podré disfrutar de televisión, Internet y teléfono en una única factura”. Y ese día llegó, por supuesto, pero antes de un metro de la entrada de la casa lo taladros cesaron sus crujidos. Por suerte para mí y con maldiciones a la compañía por parte de los cuatro vecinos que nos quedamos fuera de plano. Las casas no aparecen en el plano, así que no existen. Las llamadas a Supercable fueron constantes, la solución nula.
Para mi padre el fracaso de la televisión por cable en Andalucía se debe a “la inoperancia de la empresa”. Pero ésta es tan sólo su particular visión. Vamos a ver ahora los problemas con los que se ha encontrado el cable en la Comunidad Autónoma Andaluza, problemas que se hacen extensivos a España.

En Andalucía el comercio del cable está dividido en dos manos: un la de Supercable Andalucía –que ha implantado su redes en Sevilla, Córdoba, Jaén, Granada, Málaga y Almería- y la otra la de la compañía ONO –en Huelva y Cádiz-. Al presentar su producto estas compañías cuentan con una serie de ventajas añadidas que no tardan en lucir como:
- la reducción de la saturación del espectro y velocidad de transmisión dada por la fibra óptica, un material mucho más económico que el cobre de la telefonía y que además de no peder información por dispersión de la luz, permite emitir a la vez varias señales diferentes. Ofrece por tanto un ancho de banda muy superior a las líneas telefónicas convencionales.
- La oferta de canales, con programaciones especilizadas (televisión educativa, teletrabajo, cursos a distancia…) y otras a la carta según lo que quiera ver el usuario. La televisión se vuelve interactiva.
- Todos los servicios de comunicación se concentran en un solo enchufe.
- Telefonía fija, etc.

Pero estas ventajas no han conseguido paliar los grandes inconvenientes que se ha encontrado el cable al llegar a una tierra sin la infraestructura necesaria. Este es el principal inconveniente, que ha hecho de la televisión por cable un negocio poco rentable en Andalucía. No obstante, hay otros motivos que han ayudado a mermar el negocio. Unos de carácter empresarial:
- como no hay infraestructuras adecuadas es necesario cablear toda la extensión a la que se quiera dar servicio hasta llegar a las casas de los abonados, así el coste llega a ser muy elevado.
- Al hacerse el coste tan elevado –en la provincia de Sevilla Supercable tenía previsto invertir unos 15.000 millones de pesetas en los primeros cinco años-, las empresas se ven obligadas a fusionarse para poder subsistir en el negocio.
- Existe una escasa cultura de pago en la sociedad actual, acompañada de una excesiva oferta de canales.
- Además se da la competencia de las dos plataformas digitales y de otra tecnología como ADSL, que ofrece precios y prestaciones similares.
- Por último está el retraso en la liberalización de las telecomunicaciones, una característica clave en nuestro país. Hecho que según explicaba hace años José Carlos Serrano, director general de la por entonces recién creada Supercable Andalucía: “ha supuesto la retirada de inversores extranjeros, sobre todo americanos, que entre los años 92 y 95 estaban pendientes de la situación española dispuestos a invertir”.

Otros inconvenientes vienen de la propia tecnología:
- En las redes de cable coaxial, mientras que la velocidad de bajada (hacia el usuario) puede alcanzar 30 mbps, la de subida es mucho menor, alrededor de 1 mbps. Por tanto, las empresas de comunicación no se benefician de esta tecnología.
- Es un solo cable el que transmite los datos de abonado en abonado, repartiendo el ancho de banda entre varios cientos de ellos. Cuando se produce un uso intensivo en el mismo vecindario, la velocidad baja considerablemente, los cables coaxiales reciben interferencias y la transmisión se interrumpe.
- Otra de las posibles desventajas es que la estructura de red local hace mucho más fácil acceder a los otros ordenadores de la red, pudiendo tener un gorrón de tu propio servicio viviendo al lado.

Todo esto hace ver que la Televisión por cable no es tan fiable como en principio se anunciaba. Añadiéndole los gastos que conlleva su instalación, no cabe duda de que no es un negocio rentable.

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